InicioBeneficios de una buena alimentación para la salud mental
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Durante muchos años hemos creído que la alimentación solo afecta a nuestro cuerpo físico, que ciertos alimentos nos engordan y que otros nos caen pesados. Y sí, una mala alimentación puede llevarnos al sobrepeso y a las enfermedades metabólicas, pero también afectar seriamente nuestro cerebro y por ende nuestra salud mental. Diferentes estudios han encontrado que alimentos altos en azúcares refinados o  muy procesados favorecen el desarrollo de alzhéimer, demencia senil, depresión y ansiedad, entre otras afecciones de la salud mental

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A continuación encontrarás una guía de beneficios sobre cómo una buena alimentación es protectora de la salud de nuestro cerebro:

  • Alimentos como las almendras, el chocolate amargo, las carnes magras y los huevos contienen triptófano, un aminoácido que nuestro organismo no produce, y cuya ausencia está asociada con el desarrollo de depresión. El consumo moderado de estos alimentos puede prevenirnos enfermedades mentales como la depresión.
  • Consumir frutas, vegetales, frutos secos y bebidas sin azúcar como té o café negro son beneficiosos para mejorar nuestra concentración, productividad y buena disposición, pues nos generan sensación de saciedad y nos sentimos menos ansiosos. Por el contrario, los alimentos como el azúcar refinado y las harinas procesadas afectan nuestro estado de ánimo, elevando nuestros niveles de ansiedad.
  • Los pescados como la trucha y el salmón son ricos en Omega 3, un nutriente fundamental para los procesos cognitivos de nuestro cerebro. El consumo frecuente de Omega 3 también está asociado con la disminución del estrés. 
  • Una alimentación balanceada nos permite consumir alimentos de manera responsable y nos genera sensación de bienestar. Lo cual influye directamente en la segregación de sustancias como la serotonina. Mientras que las dietas estrictas nos elevan el cortisol (la famosa hormona del estrés) alterando nuestro estado de ánimo y rutina de sueño que puede producirnos migrañas y fatiga.  
  • Las buenas fuentes de antioxidantes como las frutas y los vegetales son protectores del cerebro pues diferentes estudios han comprobado que disminuyen estrés, ansiedad y depresión. 
  • Una alimentación balanceada, junto a actividad física mínimo 3 veces a la semana y una buena rutina de sueño son factores de protección de enfermedades como el alzhéimer y la demencia senil. 
  • El consumo excesivo de alcohol es un depresor del sistema nervioso central, lo cual afecta directamente nuestro cerebro, disminuyendo nuestra  motricidad, capacidad de concentración, habilidad para dimensionar el riesgo. El consumo prolongado de consumo de alcohol puede derivar en una depresión aguda. La dieta mediterránea sugiere 1 a 2 copas de vino por semana como acompañante de alguna comida principal. 
  • Los aceites de oliva y ajonjolí, y las semillas como la chía y linaza son ricos en Omega 3, un nutriente que ayuda a estabilizar estados de ánimos alterados. 

Toda la comida que ingerimos es información que le damos a nuestro cuerpo, influyendo directamente en procesos de inflamación, síndromes metabólicos, estados alterados de ánimo como depresión, estrés y ansiedad; y enfermedades degenerativas como el alzhéimer. Sin embargo, buenos hábitos de vida como la actividad física moderada, un sueño reparador, y una alimentación balanceada alta en proteínas, frutas, vegetales y granos tiene miles de beneficios para nuestra salud.

Descarga el PDF y lleva esta guía a donde quiera que vayas. De cada uno depende ser más consciente de consumir esos alimentos nutritivos para cuidar no solo nuestro cuerpo físico sino de nuestra salud mental.