InicioMantente actualizado¿Cómo el contagio de COVID-19 puede afectarnos psicológicamente?

El contagio del COVID-19 tiene muchas implicaciones de salud. Las más comunes y conocidas son los síntomas como la fiebre, tos, dolor de garganta y muscular, fatiga y, en algunos casos muy graves, complicaciones respiratorias de manejo en clínica. Sin embargo, poco se habla de cómo el contagio de COVID-19 nos afecta psicológicamente y del impacto de esta enfermedad en nuestra salud mental. 

Los pacientes recuperados de COVID-19 han contado su experiencia cuando padecieron el virus y la mayoría coinciden en que los efectos psicológicos tienen que ver con un estado de incertidumbre por cómo se va a desarrollar el virus. Es sabido que el COVID-19 les da a todos de manera diferente, por lo que diagnosticar la evolución es inexacto en cada persona y lo más apropiado es monitorear día a día los síntomas hasta superar la fase de contagio. 

El aislamiento es una de las situaciones que más impacto psicológico genera en los pacientes con COVID-19. Para las personas que sufren de ansiedad o depresión, contagiarse de COVID-19 puede ser un disparador de los síntomas de esas enfermedades de salud mental,  al no saber muy bien cómo se contagiaron, si contagiaron a alguien más vulnerable, si van a sufrir síntomas de COVID mucho más graves e incluso llevarlos a tener pensamientos sobre si el virus les traerá la muerte a ellos o a su círculo cercano. 

Adicionalmente, el virus afecta sobremanera la capacidad física, por lo que se reduce el movimiento y la habilidad para llevar una vida normal y realizar actividades cotidianas, lo cual también afecta de manera negativa la mente. Las personas recuperadas de COVID-19 manifiestan una disminución en sus niveles de energía, motivación y concentración debido a la poca liberación de endorfinas. 

El encierro, además, supone una ausencia de interacción social, exposición al sol, eliminación del contacto físico con los seres queridos, entre otros. Que puede aumentar los niveles de estrés, ansiedad y depresión. 

Por todo lo anterior, el contagio de COVID-19 tiene un fuerte impacto en nuestra salud mental y es importante tenerlo en cuenta si nos llegamos a contagiar o si alguien de nuestra familia resulta positivo. El acompañamiento psicológico es vital para mitigar estos efectos, el contacto virtual con amigos, familia y colegas es de gran ayuda para sentir menos el encierro; y si hay un contagiado en casa, conversarle a través de ventanas o a una distancia mayor a dos metros con tapabocas, para no hacerlo sentir rechazado y procurar hacerle todo lo más fácil posible para que su cuarentena sea más llevadera. 

Recuerda, entre todos nos seguimos cuidando.