Sentir hambre nunca debería ser una sensación angustiosa. Por el contrario, el hambre es una señal de buena salud del metabolismo: significa que está funcionando de manera normal y sana. Sin embargo, en la sensación de hambre influye mucho cómo nos sentimos y la relación que tenemos con la comida.
A veces comemos sin tener ganas, o comemos más de la cuenta y quedamos indigestados, o comemos mal y nos sentimos culpables. Por eso, aprender cómo diferenciar el hambre física de la emocional, es fundamental para mejorar nuestros hábitos alimenticios y también nuestra relación con la comida.
Hambre física:
Hambre emocional:
La próxima vez que sientas hambre, identifica primero qué tipo de hambre estás sintiendo. Esto te permite llevar un control de lo que comes, no caer en excesos, evitar indigestiones o culpas y darte gusto cuando realmente lo deseas, y sobre todo, no conviertas la hora de comer en una simple forma de saciarte o llenarte, sácales todo el provecho a tus comidas y disfruta el momento de comer.