Cada etapa de la vida viene acompañada de preconceptos e ideas sobre lo que debería o no ser, cómo tendríamos que comportarnos y qué espera la sociedad que hagamos o en qué deberíamos convertirnos, lo cierto es que tenemos diferentes presiones y expectativas que no nos permiten disfrutar de cada año llega. En el mes del adulto mayor, queremos contarte un poco sobre la resignificación de la adultez y ver cada etapa desde una mirada positiva.
Ahora, te ves al espejo y tu rostro puede verse con algunas arrugas, manchas o cicatrices, tu cabello quizás haya desaparecido o esté cubierto por un velo plateado que lo llena de brillo, y tus manos podrán estar ajadas o arrugadas, pero, todas estas señales en tu cuerpo, son solo la evidencia y el recuerdo de carcajadas, momentos de enojo o tristeza, noches en vela bailando, estudiando o trabajando, de la fuerza y amor con la que hiciste tu trabajo, cuidaste a tus hijos y preparaste ricas comidas. Ahora, vas a mirarte al espejo, y te sentirás orgulloso de todas las experiencias que te trajeron hasta este momento.
Como lo mencionábamos al inicio, cada una de las etapas de nuestra vida está llena de expectativas preconcebidas y puntos de una lista a la que llenar, sin embargo, deberíamos dejar esto a un lado, y permitirnos vivir sin prejuicios o esperando cumplir con lo que los demás esperan de nosotros, además reconocernos y observar con amor todas nuestras experiencias.
Así que, te invitamos a ver esta nueva etapa de vida como un momento para vivir en bienestar haciendo distintas actividades que te llenen y te hagan feliz como nadar, ir a clases de dibujo, música o cocina, por ejemplo. También a tomar toda la sabiduría que tienes gracias a tus experiencias laborales, personales y familiares, en algún momento podrás aconsejar a un compañero de trabajo teniendo en cuenta todo lo que has aprendido a lo largo de los años, o a algún familiar para tomar una decisión importante. Eres una de las personas de tu familia que ha visto cambiar su barrio, ciudad y país, las costumbres de una generación a otra, y tienes la oportunidad de tomar lo mejor de cada una de estas vivencias para disfrutar y vivir tu vida de la manera que consideres más adecuada.
Atrévete a ver la vida desde una nueva perspectiva y asumir esta etapa como una oportunidad para vivir en calma, plenitud y alegría. Es momento de darle una resignificación a la adultez.